Seguro que el otro día en el trabajo, en tu último viaje con amigos, o paseando a tu perro por tu barrio has oído hablar sobre el CBD.
¿Es verdaderamente una nueva forma de consumir cannabis o es una tendencia pasajera aprovechado por emprendedores buscando el nuevo avocado toast?
La continua aparición de nuevos productos en forma de lociones corporales, cápsulas, tinturas, gomitas comestibles y hasta cerveza, ha hecho que la popularidad del CDB haya crecido hasta colarse en muchas de nuestras conversaciones diarias.
¿Pero qué es el CBD?
El CBD, o cannabidiol, es una de las más de 100 moléculas llamadas cannabinoides que se encuentran en el cannabis satival L. A diferencia del THC (tetrahidrocannabinol), principal ingrediente activo, el CBD carece de efectos psicoactivos, de hecho el THC es uno de los pocos cannabinoides que aportan efectos psicoactivos. El CBD y una variedad de cannabinoides como CBG, CBN, CBGA y más, carecen de efectos psicoactivos y aportan una importante cantidad de beneficios al cuerpo humano.
Es más según la Organización Mundial de la Salud, el CBD no ha mostrado ningún caso de abuso o dependencia, y no hay evidencia de ningún problema de salud pública asociado con su uso. La OMS pretende seguir estudiando sobre este tema, y proponer cambiar el cannabis de la lista de estupefacientes del 1961.
¿Entonces se consume?
Por ello, su consumo esta creciendo de manera exponencial ya que aporta muchas propiedades terapéuticas sin tener los efectos psicoactivos que te pueden alterar. Entre sus efectos más denotados son la reducción del dolor, la ansiedad, o problemas relacionados con el sistema nervioso como fibromalgias, parkinson, o epilepsia
En algunos países del G-20 como USA, Canada o México su consumo esta regulado y permitido. En otros países de la Unión Europea su consumo ha sido frenado desde marzo de 2018 ya que la E.F.S.A ha considerado que el Cannabidiol es un compuesto perteneciente a la categoria Novel Food, pendiente de ser analizado por su posibles riesgos para la salud pública. Por eso ahora mismo dentro de Europa los productos de CBD no pueden decir legalmente que son para consumo humano.
Aún con la situación legal en vías de ser modificada, emprendedores y empresas Europeas apuestan por liderar el mercado con la producción de cannabis y CBD en alimentación, cosmética y farmacia. Y tiene mucho sentido ya que se trata de un mercado con aspiración de consumo de 260 millones* de personas para 2025. (Dicho por New Frontier Data)
Como en todos los mercados disrruptivos, los emprendedores se adelantan a la legislación. Podemos verlo en otros ejemplos como las criptomonedas, los coches autónomos o la democracia descentralizada de blockchain. Y es que el cannabis, es una planta consumida desde hace 5,000 años con fines terapeúticos. En los últimos siglos ha estado bajo el control de políticos prohibicionistas que ha dado a los carteles la oportunidad de forrarse en un mercado negro. Estamos ante un momento en la historia donde los emprendedores pueden empezar a normalizar su consumo y regular su increíble motor económico, sácandolo el cannabis de un mercado negro al mundo terapéutico y recreacional.
Esto es lo que está haciendo nuestra empresa Laboratorios Beemine, fundada en 2018 con el objetivo de reivindicar la importancía que tiene el cannabis para la vida de muchas personas. Demostrar que se trata de un producto saludable, que necesita de una mejor experiencia de consumo, más seguro, responsable y transparente.
La industria del cannabis proyecta un valor de 650 mil millones de € para 2025 según fuentes de Bloomberg, Deloitte, Prohibition Partners y Arcview Group. Por ello cada vez más vas a escuchar hablar sobre el futuro de los cannabinoides, desde tus amigos hasta igual tus padres o abuelos mencionarán. Estamos en épocas de cambio.
Tenemos por delante un futuro prometedor de más libertades, transparencia y crecimiento económico en manos de los ciudadanos. Si quieres saber más información sobre el CBD, lee otros de nuestros artículos, o escríbenos. Nos encanta hablar sobre el tema.
El viernes 27 de abril tuvo lugar el primer Congreso sobre el Cáñamo y el CBD del Sur de Europa. Un encuentro profesional pionero en España centrado en el análisis y proyección de esta industria emergente y en plena expansión.
Con 165 participantes, 26 ponentes y más de un centenar de empresas representadas originarias de Europa (España, Francia, Austria, Luxemburgo, Alemania, Italia, Bélgica, Suiza, Grecia, Países Bajos, Reino Unido, República Checa, Croacia), Norteamérica (Canadá, Estados Unidos) y Sudamérica (Chile, Perú, Colombia), la primera edición del HBD se salda con un balance muy positivo tanto por la pertinencia de las ponencias como por la afluencia de profesionales.
Laboratorios Beemine asisito como profesionales, y de lo más importante y destacado fue el bloque temático en el que se ahondó en la Regulación y el estatus legal de los cannabinoides. De 13:30h a 14:45 el debate se centró en el contexto español y las oportunidades de mercado que pueden abrirse desde las Comunidades Autónomas. Bajo la coordinación del abogado y director de S&F, Bernardo Soriano, se ofrecieron las claves legales acerca de la postura de la OMS entorno al CBD como ingrediente que podría incluirse en los catálogos de los llamados productos “Novel Food”. Miguel Torres, de Baker Tilly Abogados, compartió mesa con Tomas Sadilek, Director de Asuntos Gubernamentales del Instituto Internacional de Cannabis y Cannabinoides (ICCI) y con el activista francés Kenzi Riboulet-Zemouli.
En este bloque se trataron temas de interes como el cambio de regulación de marzo de 2018 donde los extractos de cannabis sativa L se dejaron de considerar como un complemento alimenticio en la «lista de suplementos alimenticios autorizados» de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Unicamente las extraciones procedentes del tallo, o semillas son aprovadas para la comercialización como alimento o complemento alimenticio.
Debemos recordar que el CBD es un producto que no está auditado, es decir, no es ilegal, pero efectivo de inmediato, tampoco es legal usarlo como complemento alimenticio. Así, hasta que el CDB esté en la lista, es ilegal venderlo para consumo humano y, por lo tanto, está prohibido hasta que se le dé forma a su regulación.